miércoles, 2 de septiembre de 2009

Los empresarios no son ricos (ni los ricos empresarios)

Cuando un político dice que subirá los impuestos a los empresarios, puedes creerle, pues no se refiere a los directivos de las grandes multinacionales, con sus stock options (que son empleados, al fin y al cabo), ni a los propietarios de dichas compañías, que son “solo” accionistas. No, se refieren al fontanero de tu barrio, al tendero de la esquina o al albañil subcontratado que se ha tenido que hacer autónomo para conseguir trabajo.

Todos ellos son empresarios. En España hay un millón y medio de empresarios sin trabajadores, y el 93% de las empresas tiene menos de 10 (fuente: Retrato de las PYMES 2007). Pero toda esta gente es muy útil para los políticos a la hora de distraer la atención.

Últimamente se habla mucho de la noticia según la cual los empresarios declaran ganar menos que la mayoría de los trabajadores. Ciertamente la mayoría de los empresarios defrauda, pero no miles de millones. ¿Realmente crees que la peluquera del cuarto se hace rica con el corte de pelo de tu hijo? ¿O que tus cafés de la mañana pagan un yate al dueño del bar de enfrente? La mayoría de los fraudes a hacienda por parte de esta gente consisten en no declarar los 20 euros que te cobró por formatearte el ordenador el informático de turno; o en incluir su teléfono privado como gastos de empresa.

El caso es que aumentar los controles e impuestos a esta gente no va a incrementar el patrimonio del estado en una cantidad substancial. Hacienda no es tonta, y si no hace mas controles es por que no va a sacar con ellos mas que lo que le costarían. Pero viene bien hablar de los “empresarios”, ya que de esta manera evitamos hablar de los “ricos”, a los que podríamos, pero no queremos, imponer demasiados impuestos.

La política oficial del gobierno (de cualquier gobierno) es joder a los empresarios para favorecer a las multinacionales. ¿Por que? Se podría hablar de maletines, donaciones y favores; pero aún sin todo eso, la estrechez de miras de nuestros “líderes” hace que prefieran proteger mil empleos de cocacola, aunque el coste sea hundir a diez mil autónomos de aquí. Una gran factoría es mas mediática que el taller de Eleuterio. Así que les bajaremos los impuestos, les regalaremos terrenos y les daremos subvenciones, de tal manera que los pequeños empresarios no podrán competir, y cuando la multinacional decida irse a Europa del este, nos quedemos en la cuneta.

Un sencillo ejemplo: "El Gobierno de Navarra y la empresa Volkswagen Navarra suscribieron hoy un convenio para la selección y formación de 105 ingenieros y la posterior contratación". Lo que consiste básicamente en que pagamos a Volkswagen para que forme a sus nuevos empleados. Genial, la empresa cobra por dar las clases, y después contrata (como becarios) a un 60% (de los que deje aprobar), por un periodo de seis meses. 536.760 euros para formar a 105 alumnos ¡5.000 euros por alumno! ¿Que autónomo puede competir con esto?

Es solo un ejemplo, pero este tipo de políticas es el pan nuestro de cada día. Ahora podemos ponernos a discutir si somos de izquierdas o de derechas, comunistas o capitalistas, o ponernos a trabajar todos por nuestros intereses comunes, que son los mismos, ya que tanto las teorías liberales como las socialistas, son contrarias a que el estado favorezca a las empresas.

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